Tot Dansa 2021

​Lo oficial

Tot Dansa es un proyecto educativo de ciudad con más de 20 años de trayectoria, con el objetivo principal de producir cohesión, integración, y trabajo en equipo entre la población juvenil y su profesorado, a través del lenguaje del movimiento y la danza contemporánea. El proyecto es organizado y promovido por Institut Municipal d’Educació de Barcelona (IMEB), Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), Mercat de les Flors e Institut del Teatre. quienes a lo largo de todo este tiempo han puesto su compromiso al servicio del funcionamiento del mismo. Su especial sinergia y complicidad permiten fusionar la efervescencia de la danza contemporánea y el mundo educativo, al favorecer un intercambio de experiencias que abre un abanico lleno de nuevas posibilidades a las y los jóvenes con diversos perfiles y realidades de Barcelona.

En cada edición, se invita a participar a públicos de enseñanza secundaria y de bachillerato de Barcelona y a su profesorado, a ser parte de un proceso creativo donde el aprendizaje y la confianza se articulan a través de la danza contemporánea como una herramienta formativa y educativa. Generando un espacio único de expresión a partir de propuestas diversas. Cabe resaltar que Tot Dansa es un proyecto dinámico y vivo, en el sentido que la dirección coreográfica y su equipo de formación cambian año tras año, así como la participación de los 6 institutos seleccionados, que pueden participar como máximo durante dos años consecutivos. Por último cabe destacar que el éxito de Tot Dansa en Barcelona ha dado lugar a que sea liderado por el Mercat de les Flors y la Xarxa de activitats culturals, Transversal, replicando en Tots Dansen / MAPADEBALL, Partitures coreogràfiques, proyectos análogos multiplicados en otras ciudades de Cataluña, incluidos dentro del Plan de impulso a la Dansa y promovido por la Generalitat de Catalunya.

​La ampliación

Esta edición de Tot Dansa ha sido diferente, porque se propuso abrir la participación a un número mayor de institutos, doblando el número de centros que desarrollaron el proceso de creación de la pieza, Celebració: Els diumenges de la vida, bajo la dirección coreográfica de Mario García Sáez más la colaboración de seis formadoras/es, tres profesores del Institut del Teatre, Amaranta Velarde, Maximme Iannarelli y Raquel Klein; y tres recién graduados del Conservatorio Superior de Danza, estando junto a Aina Torné y Barbara Cappi.

De esta manera bajo este planteamiento arriban los doce institutos públicos llegando a concretar con dos coreografías para dos actuaciones diferentes pero basadas en el mismo hilo conductor a la Sala Mac del Mercat de les Flors. La primera coreografía está conformada por Institut Poeta Maragall, Institut Sant Andreu, Institut Anna Gironella de Mundet, Institut Villa de Gràcia, Institut Dr. Puigverd e Institut Barrio Besòs, los días martes 18 de Mayo a las 18hr y el miércoles 19 de mayo a las 11hr. Y en la segunda participa Institut 22@, Institut La Sagrera Sant Andreu, Institut Vapor Fil, Institut Escola Coves d’en Cimany, Institut Maria Espinalt e Institut Lluís Domènech i Montaner, el 10 de Junio con presentación doble a las 11 y las 18hrs.

Para más información de las personas participantes se puede consultar el programa de mano.

​Los ejes

Tot Dansa como proyecto educativo plantea la experiencia vital y humana mediante la práctica artística, ocasionando que los valores que se desprenden de la danza contemporánea sean la excusa perfecta para que el profesorado acompañe al alumnado en la desinhibición necesaria del movimiento, en el control de la gestualidad dentro de un espacio determinado, y en la generación de un trabajo de creación que requiere el compromiso de todo el grupo. Desde principios de año, el profesorado de diferentes centros y con especialidades curriculares diversas han siso guiados por el coreógrafo seleccionado, mientras que su equipo de formadoras y formadores guían al alumnado implicado. Es decir, ambas partes son conducidas en un proceso de formación, creación y escenificación que les permite adentrarse en el conocimiento y la práctica del movimiento, en definitiva en el mundo de la danza contemporánea. Para llevar esto a cabo Tot Dansa consta de cuatro bloques principales de trabajo:

1. Formación del profesorado de los centros de enseñanza secundaria y de bachillerato. El profesorado de los institutos, que a menudo no tiene conocimientos previos de danza contemporánea, se aproxima a este mundo a través de diez sesiones de descubrimiento y formación, de la mano del coreógrafo, un asistente pedagógico y su equipo de formadores y formadoras que brindan apoyo para dar continuidad al material que recibe el alumnado.

2. Formación del alumnado en los centros de enseñanza secundaria y bachillerato. Los grupos pertenecientes a cada instituto seleccionado son conducidos por el equipo de formadoras y formadores en el aula de clase, apoyados por un asistente pedagógico durante ocho sesiones. Donde se enseña el material dancístico que proviene de la dirección coreográfica, y que preparará la última fase que es la creación.

3. Proceso de creación coreográfica en cada uno de los institutos, con el alumnado. Un equipo de formadoras y formadores y al mismo tiempo profesorado del Institut del Teatre, orientan y guían al alumnado y a su profesorado en el proceso creativo y artístico, liderados por la dirección coreográfica.

4. Escenificación y presentación de la pieza coreográfica. Bajo la dirección coreográfica y el equipo profesional, durante dos ensayos generales en escenario se tejen movimiento detrás movimiento y escena detrás escena, para generar una coreografía única, conjunta, y divertida que mostrará el alumnado y su profesorado en el Mercat de les Flors.

El desarrollo

Es necesario mencionar, que Tot Dansa este año tuvo peculiaridades debido al ambiguo contexto en el cual se desarrolló, generando una serie de ajustes en relación a la aplicación del primer eje de trabajo, es decir, en la formación hacia el profesorado involucrado. La logística que nos permitieron las normativas sanitarias actuales dio margen a que durante los encuentros se probaran diferentes estrategias de transmisión virtual, una ha sido donde se convocó a todo el equipo de Tot Dansa para poder hacer demostraciones de las actividades a realizar, otra estrategia fue enviar al equipo de trabajo al encuentro con su respectivo profesorado en las instalaciones de los institutos para trabajar de manera más tangible y personalizada, y una última alternativa se ha concretado al reunir profesorado y equipo de trabajo bajo las medidas sanitarias en el escenario del Mercat de les flors.

Por una parte el equipo de Tot Dansa nos sentimos afortunados de haber llegado a concluir la escenificación del proyecto, pero por otra ha sido una pena el no poder trabajar continuadamente de manera presencial desde un comienzo, aunque hay que enfatizar que esto no mermó en la implicación del profesorado que ha llegado hasta el final del proyecto. Desde la posición de asistente pedagógico de un proyecto de tal magnitud, es notable que el equipo de trabajo se ha encontrado con la realidad latente a la cual se enfrenta la danza contemporánea a nivel institucional, es notable el potencial que tiene la manifestación del cuerpo de la población estudiantil, pero al mismo tiempo su alienación como resultado del sistema educativo.

La posibilidad que otorga el proyecto de incidir en los institutos públicos, deja entrever las diferencias que existen estructuralmente en la disponibilidad a un aprendizaje creativo. Las consideraciones por parte de los institutos hacia el proyecto, poco a poco se han ido modificando dentro de sus posibilidades, como por ejemplo, en el correcto empleo de aulas de movimiento, en el uso adecuado del audio y video, y en la distribución regular de horas de práctica para el proyecto. A muchos de los profesores implicados en verdad les apetece realizar el proyecto, pero las estrictas horas lectivas no dejan cabida a que se produzca una convivencia favorable para la danza.

A nivel aúlico, el equipo de Tot Dansa ha rentabilizado las ocho sesiones para generar un vínculo con el alumnado, con la finalidad de ganar su confianza y dejarse llevar por el impulso de bailar y de expresarse. Hemos tenido grupos conflictivos, hemos tenido grupos muy creativos e incluso (lamentablemente) miembros de grupos que han llegado al abandono escolar. Su edad no es sencilla, el contexto actual tampoco lo es, y además el sistema nos acota.

Sin embargo, fuimos testigos de las virtudes que la práctica artística de la danza tiene sobre lo colectivo y también en lo individual. Son notorias las mejorías en el trabajo en equipo y la solidaridad al momento de concretar lo coreográfico, pero los aspectos que no llegan a ser cuantificables se encuentran en relación con su autoestima, la autoconfianza, y la superación de las propias barreras haciendo que Tot Dansa deje une huella más allá de lo que sucede en el escenario del Mercat de les flors.

Para hacer este Tot Dansa, no hizo falta conocimientos previos de danza. En cambio fue necesario por una parte, el compromiso del profesorado con una educación que se configuró desde el espacio vivencial y el aprendizaje en equipo, más allá de las aulas. Y por otra, fue necesaria la implicación, el atrevimiento, las ganas de aprender y conocer que proviene desde el alumnado, como activos participes que construyeron una experiencia conjunta. En pocas palabras han sido necesarias la ilusión y ganas por la magia de la creación.

​Lo personal

M: ¿Cómo es que llegas a Tot Dansa?

B: Justo después de finalizar mis estudios en Pedagogía de la Danza en 2020 en el Institut del Teatre, Aimar Pérez Galí me hace el ofrecimiento para colaborar en el proyecto. Primero se refería a trabajar como formador, pero después se amplió para encargarme de la asistencia pedagógica del mismo.

M: He leído lo oficial, puedes ampliar un poco su función.

R: En esta figura me he encargado de auxiliar al equipo de profesorado, formadores y coreografía, pero también he mediado en aspectos que se relacionaban con los contenidos de transmisión hacia el profesorado. Mi asistencia pedagógica se encargó de ofrecer alternativas de trabajo hacia el alumnado, a través de la transcripción de las sesiones organizadas en unidades didácticas con sus respectivas actividades y material de consulta. Además me he responsabilizado de la constante supervisión del proceso creativo-educativo en los grupos, y a colaborar junto a la dirección coreográfica en la concreción de las partituras coreográficas de cada instituto completando la ruta de la escenificación.

M: ¿Puedes profundizar un poco más?

B: Claro, debido a la magnitud de esta edición donde se incluían 12 institutos, era necesario poder tener un seguimiento de todo el proyecto a nivel procesual. Con lo cual, mi asistencia pedagógica incluía una visita inicial conjuntamente con el formador asignado y la dirección coreográfica, donde realicé una introducción teórica sobre conceptos relativos a la danza y una ampliación de los diversos estilos en la creación contemporánea, una segunda de manera individual valorando el nivel de desempeño alcanzado por el grupo en la mitad del proceso más algunas charlas con los formadores de cada instituto, y una última, de nuevo junto al formador asignado y la dirección coreográfica para colaborar en el cierre de las composiciones, así como tener un registro de todos los trazos coreográficos que pudieran ser de ayuda para el ensamblaje de la pieza final.

M: ¿Cómo ha sido la mediación con el profesorado?

B: Lamentablemente debido a las medidas sanitarias impuestas, la formación con el profesorado no fue como normalmente se desenvuelve en una sesión de danza. Fueron 8 de 10 sesiones que han sido en modalidad online, éstas de alguna manera nos permitieron continuar con el programa, pero no ayudaron a tener un espacio proxémico para la transmisión del material. Trabajé intuitivamente y lo que consideraba necesario para el proyecto, era poder hacer alguna traducción de lo observado en la sesiones mediante fichas didácticas aclarando los objetivos generales y específicos de cada sesión, además de cada actividad llevada en la misma. Acompañé la sesión impartida por la dirección coreográfica tanto en la ejecución, como en ampliar las explicaciones de cada ejercicio con la finalidad de poder aclarar dudas que sugieran al profesorado. Todo el material didáctico se colgó y lo organicé para consulta. Personalmente me ha ayudado a poder repensar de qué manera todo aquello que sucede en este tipo de proyectos, es necesario poderle encontrar una correspondencia con las propuestas de cada instituto o población, haciéndome preguntas tales como:

¿En que lugar de la educación pública puede incidir este tipo de proyectos?

¿Qué es lo que está aportando las formaciones al profesorado que no viene de las artes escénicas?

¿Cuáles serán los resultados a nivel pedagógico de este proceso en el alumnado?

M: Para el desarrollo del proyecto, el contexto actual en el sistema educativo no ha sido fácil. ¿Cuales han sido las reacciones o situaciones que se han desprendido del proceso formativo-creativo?

B: Puedo decir que a nivel estructural como está pensado el proyecto, sucedieron incoherencias. Donde pude encontrar profesorado inscrito en la formación pero que no estaba a cargo del grupo durante las sesiones con los formadores, ya sea por cuestiones de horario del propio profesorado o por cuestiones de horario del mismo grupo participante. Esto ha repercutido en que algunos profesores más que otros estuviesen implicados y confiados en el proceso, aunque va más allá de la presencialidad del profesorado, esto se ha reflejado en la cohesión que algunos grupos han experimentado al momento de las presentaciones finales.

M: Hablas de desajustes a nivel de horarios en los institutos, ¿cómo afectó esto?

B: Más que decir afectaciones, yo diría que hubo sus consecuencias. A nivel de horarios los institutos libremente gestionaron las horas que se dedicarían al proyecto, sabiendo las actividades que tenían programadas como salidas, visitas, etc. Pero también las imprevistas, como confinamientos grupales que hicieron que se cancelaran sesiones programadas, o asistencia a ensayos técnicos en el teatro. Estas cuestiones son difíciles de franquear porque son estructurales, donde por momentos deja ver que estos proyectos estarán e el último escalón para la educación del alumnado. Hay cosas más serias e importantes que cumplir.

M: Por otro lado, ¿cómo ha sido tu experiencia como formador en el aula?

B: He decir que ha sido intensa, como formador y asistente pedagógico al mismo tiempo. Yo y el equipo nos hemos enfrentado a un sector que no es fácil. Me refiero a que no es fácil, porque los mismos estudiantes se encuentran en un momento cambiante de sus vidas. La adolescencia esta llena de matices, de explosividad e inseguridades. Los y las adolescentes se enfrentan a cambios grandes en sus cuerpos, en sus actitudes y en sus decisiones. Me gustaría puntualizar, que debido a este año excepcionalmente las personas estudiantes que participaron en el proyecto, estaban inscritas como grupos burbuja, esta modalidad donde no se permite la mezcla con otros grupos del mismo instituto. Esta situación lo que derivó, fue en que la actividad fuera ya no optativa como en otras ediciones, sino que se tornara en obligatoria. Algunos grupos no tenían idea alguna del proyecto o interés en participar, con lo cual el trabajo durante las 8 sesiones ha sido intenso para todo el equipo de Tot Dansa. Sin embargo, ser formador me ha dejado poner a prueba mi confianza y mi respeto al desarrollo de procesos. El proceso que han pasado los grupos que formé han sido diametralmente opuestos, uno muy creativo, disponible y sensible, y el otro renuente, descontrolado y saboteador, ambos me han enseñado a trabajar de una manera ordenada y organizada pero con esperanza de que algo saldrá de todo esto. Y en efecto, han tenido que pasar cerca de las 8 sesiones para poder ver los cambios en ambos grupos, cambios que se han dado por la simple y sencilla razón de tener la experiencia de poner el cuerpo en el escenario y ser testigos del trabajo de otros.

M: Ya veo, ¿en qué consideras que afecta la experiencia del escenario en el alumnado?

B: Desde mi perspectiva más global como asistente pedagógico, he podido ver que ha afectado de manera tanto colectiva como individual en quienes han participaron. Para algunos grupos el hecho de haber concluido el proyecto hasta el escenario ha sido una importante señal, otros sin embargo, no lograron concluir ya sea por diversas razones entre ellas el abandono escolar. Los grupos se han cohesionado y se han emocionado de colectivizar su trabajo. A nivel individual observé mucha emoción y nervios como respuesta al enfrentarse a una nueva situación a la cual tal vez no pensaban que sería posible sucederles. Por mi parte, he notado orgullo de poder verles concretar algo de lo cual han sido participes, verles defender aquellos pasos que ha propuesto, organizarse para llegar a un resultado y disfrutar de lo que han trabajado durante la creación.

M: ¿Qué es lo que te queda del Tot Dansa?

B: Me queda la sensación de confianza en la danza, al ver terminado el proyecto en el escenario sabiendo que tal vez no se llegaría. Ha sido reconfortante. Acompañar a todos estos estudiantes y profesores ha fortalecido la satisfacción de todas las personas que estuvimos implicadas en este proyecto, desde producción, coordinación, equipo de trabajo y sobre todo a las instituciones participantes. Lo que me queda es el deseo de que existan más y cada vez mejores proyectos públicos, donde la comunidad dancística pueda revertir sus saberes a la comunidad estudiantil, creando una cultura diversa y potente en los cuerpos, en la mentes y en la imaginación.

M: Para terminar, si pudiera modificar el proyecto, ¿qué mejorarías?

B: Bueno, sabiendo que es un proyecto educativo, primeramente yo ampliaría el número de sesiones. Considero que es necesario más tiempo, al menos el tiempo de una asignatura que son 45 hr en este sistema educativo, para establecer un vínculo con los alumnos, un vínculo que va más allá de las palabras. Los formadores necesitamos más tiempo para preparar no solo sus cuerpos, sino sus mentes y emociones en relación a su cuerpo y el potencial que puede llegar a desarrollarse por medio de la danza. Una cosa más que me apetecería modificar, es que en el inicio del proyecto los alumnos pongan el cuerpo en el escenario, no llevarles un espectáculo o llevarles solo al teatro a ver un producto terminado. Poner el cuerpo en el escenario considero que es un aprendizaje significativo, ya que es el inicio y el final del proyecto. Todo el trabajo que realizarán tendrá una finalidad, y es en el escenario siendo los accionadores y no un público pasivo, es por eso que cambiaría el ver un espectáculo por la experiencia de poner el cuerpo en el escenario. Un último aspecto y que considero importante es poner atención en la comunicación dentro del proyecto entre instituciones, equipo de formadores, profesorado y alumnado. Buscaría una comunicación más horizontal y menos jeraquizada, donde se abra un espacio de dialogo y negociación para poner las necesidades y dudas de cada sector y poder tener un acercamiento a la danza de una manera más gratificante, noble y menos apresurada por la necesidad de cumplir con las metas que plantea el proyecto.

M: Muchas gracias por tus reflexiones.

B: Muchas gracias por abrir el espacio.

Esta entrevista es una ficción que abre la reflexión personal de Bruno Ramri.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s