El pensamiento decolonial se plantea como una herramienta de transgresión o alternativa a los procesos de la globalización. Los expertos aclaran que la teoría decolonial no es más que una serie de herramientas pedagógicas y críticas que cuestionan el conocimiento que a través de la historia se nos ha impuesto, siendo un proceso de emancipación de diferentes fenómenos de la cultura y sus cuestiones que los centros de poder han dominado. Walter Mignolo (2017) argumenta:
…el pensamiento decolonial es eminentemente geo y corpopolítico, y que ambos conceptos están ligados en los procesos de decolonización del saber y del ser.
En otras palabras, el giro decolonial es la apertura y la libertad del pensamiento y de formas de vida-otras (economías-otras, teorías políticas-otras); es la limpieza de la colonialidad del ser y del saber; es el desprendimiento de la retórica de la modernidad y de su imaginario imperial articulado en la retórica de la democracia. El pensamiento decolonial tiene como razón de ser y objetivo la decolonialidad del poder es decir, de la matriz colonial de poder.
La teoría decolonial como recurso en este trabajo es de importante ayuda porque exploro en sus herramientas pedagógicas y en la manera que cuestionan el conocimiento que hemos y seguimos enseñando-aprendiendo. Su verbo de acción es el decolonizar, y se vislumbra como un proceso autoconfigurativo. La única forma de convertirnos en lo que en realidad somos es a través de la decolonialidad del pensamiento y el sentimiento, por cuanto somos seres autocolonizados. Cabe aclarar que la decolonialidad no sólo es un término de, ni para, los pueblos indígenas. Es un término y necesidad de todo ser humano, y cabe recalcar que en el campo de la educación en general, pero más en el de la danza debido a sus interacciones e injerencias sobre las subjetividades, sobre los cuerpxs y sobre la cultura que vamos construyendo. Es muy pertinente hoy el discurso sobre la decolonialidad.
La estimulación y desarrollo de un pensamiento decolonial en lxs estudiantes del ciclo superior requiere configurar un modelo pedagógico decolonizante, en el que se caracteriza el rol del estudiante y el rol del profesor descolonizados. Pero para poder decolonizar lo que deseamos y necesitamos decolonizar, debemos comprender los distintos tipos de colonialidad que según Ortiz (2017) proliferan en nuestras configuraciones vitales.
Tipos de Colonialidad
- Política: Promueve el no poder, la sumisión y subordinación al amo. El dominado es un súbdito, un subalterno, un esclavo. Se hipoteca su libertad y felicidad. A cambio queda cautivo del colonizador.
- Epistémica: Estimula el no saber, la ignorancia. El conocimiento personal, empírico y espontáneo no tiene validez. Se invalida la doxa1. Solo vale el conocimiento del docto, el conocimiento oficial. El epistemicidio es el homicida de las creencias y concepciones del colonizado.
- Axiológica o Ética: Potencia el no ser, la no existencia, la des-ontologización humana. El ser humano se multiplica por 0 y desaparece, no tiene valor, no existe.
- Praxiológica: Promueve el no hacer, el no estar, la dependencia, la no autonomía, configura hábitos ajenos a su cultura, genera la invisibilización del hacer propio, de las prácticas personológicas2 y la idiosincrasia, aniquila las costumbres y las prácticas identitarias.
- Cosmogónica: Educa en la perspectiva de la no interconexión, dualismos, dicotomías, desconfiguración vital, prefiere separar, pensamiento fragmentador, mecánico y dogmático, no ve la vida en su afluencia espontánea ni como una configuración holística sino como un ente separado de todo lo demás.
- Lingüística: Impone nociones y categorías eurocéntricas, importadas desde Occidente, que no reflejan la identidad local y enmascaran el colonialismo y la colonialidad política y epistémica.
A esto Argüello (2013) argumenta que la pedagogía decolonial es como un lente para leer críticamente y desde dentro –no como espectadores externos– la historia que pasa como la historia que nos pasa. Apareciendo ligada a la utopía que propone el sociólogo Wallerstein, según Mignolo (2014) en el sentido de buscar las vías posibles de constante liberación y emancipación de las estructuras de explotación y dominación. Es decir, las fisuras que cualquier sistema puede ofrecer. Argüello (2013) ofrece un listado de las claves de comprensión/acción que refleja la pedagogía decolonial y que se pueden sintetizar en cuatro dominios:
- La decolonización del saber.
- La decolonización del ser.
- La decolonización en las prácticas socioculturales.
- La decolonización del currículum.
Por consiguiente me adelanto mencionando que en Danzas Furiosas me he basado en el último tipo de dominio donde la decolonización curricular demanda integrar a la cotidianidad del conservatorio, problemas, temas, discusiones, simbolizaciones en general en las formas de producir, representar, traspasar e interpretar el conocimiento; que expresen el mundo, nuestro mundo como una complejidad. Esto es a través de la pluralidad edataria, geográfica, estilística, académica y cultural de lxs participantes que colaboran en el proyecto. Diré por último, que la pedagogía decolonial propone que los conocimientos nuevos sean emancipados mediante la propia experienciación.
1Doxa (δόξα) es una palabra griega que se suele traducir por ‘opinión’. Fue un concepto utilizado por Parménides, al distinguir la «vía de la verdad» de la «vía de la opinión», o un conocimiento obtenido a partir de la experiencia y más tarde por Platón. Extraído de: https://es.wikipedia.org/wiki/Doxa
2La personología es una pseudociencia, relacionada con las de la fisionomía y la frenología, que postula la supuesta existencia de correlaciones entre la apariencia física de una persona y su conducta, personalidad y carácter moral.