Según Bordieu el habitus encuentra dentro del campo fértil en las estructuras sociales, mismas que le permite auto generarse, de modo que los individuos no seamos capaces de poderlo detectar. Es posible que estas estructuras y estos habitus propios nos instrumentalicen siendo artífices de ellos sin ser conscientes de que lo repetimos y del cómo los insertamos o los incorporamos en los demás.
A esto, un elemento clave es el planteamiento sobre el concepto de incorporación, y que de manera muy literal se instala en el cuerpo, no solo como un saber del cual hacer uso, sino simplemente para ser. Así que al estar tan íntimamente ligado al ser que sería casi imposible de deconstruir para poder darnos cuenta de que somos portadores de dicho habitus.
Es interesante que el habitus encuentra su origen en el comienzo, es decir, será un producto del cual muchos individuos ya se les dotará por el simple hecho de haber nacido en un contexto específico y, que por lo tanto, al haber sido asignado este se naturaliza, se normaliza siendo casi imposible el cuestionarlo y mas grave aún el siquiera identificarlo.
Bordieu de modo muy oportuno encuentra que todas estas estructuras sociales y mentales aterrizarán y encontraran un territorio de concreción en el cuerpo. Es ahí que como pedagogos de la danza se nos abre un camino amplio de preguntas sobre cuales son nuestros habitus asignados desde los diversos contextos de origen, cuales experimentamos el día con día y cuales son los que reproducimos.
Para cerrar, la aportación que nos da sobre el concepto de institución dentro de esta sociedad occidentalizada no da una panorama mas claro de lo que son nuestros procesos como estudiantes del Institut del teatre. Mismos que que están siendo continuamente por un lado atravesados por estos habitus del lugar implicando todas sus ventajas y desventajas, así como también nos da la posibilidad de poder hacer una revisión como es el caso en esta lectura sobre lo que determinará nuestro futuro como pedagogos de la danza.
Dicho texto me abre preguntas y aspectos a los cuales me acercan a mi final de carrera, y develan el poder asignar nombres a muchas escenas de este proceso de aprendizaje por el cual he transitado a través de la institución y que es necesario poder aclararlas, ya sea para evitar su repetición y su inconsciencia ante quienes sigues perpetuando tales actos.
Bibliografía:
Capdevielle, J. (2011). El concepto de habitus: “con Bourdieu y contra Bourdieu”. Anduli, 10, 31-45. |